TEMPLO

En el barrio del mismo nombre, se construyó a final del siglo XVIII la iglesia de San Bernardo, con planos del arquitecto José Álvarez que se realizaron en 1780. Concluido el edificio en 1785, se inauguró un año después.
Su planta es rectangular, muy alargada, con tres naves y crucero marcado, que se cubre con cúpula sobre tambor octogonal, y se remata con linterna.
En el lado izquierdo, la iglesia tiene una portada lateral, enmarcada con pilastras, y rematada con un frontón roto.
La portada principal tiene arco de medio punto en el vano de entrada, enmarcándose con columnas toscanas, y coronándose con frontón recto partido, en el que se alberga una hornacina con una imagen de San Bernardo. Una giralda entre jarras de azucenas corona la fachada.
El retablo mayor de la iglesia acusa ya el estilo neoclásico, y puede fecharse a finales del siglo XVIII. Tiene esculturas de la misma época que representan a San Pedro, San Leandro, San Bernardo, San Isidoro, y San Fernando. La Virgen del Refugio, obra de Sebastián Santos Rojas, preside la Iglesia desde el camarín central del altar mayor.
En las pechinas del crucero aparecen yeserías con profusión de molduras mixtilíneas, que enmarcan a los cuatro Evangelistas. La nave central, el presbiterio y el crucero, se cubren por bóvedas de cañón con arcos fajones y lunetos.
En la nave derecha figuran dos retablos del siglo XVIII. El primero de ellos alberga una escultura de San José, y el segundo un lienzo de la Anunciación.
En la nave izquierda, se dispone un retablo de finales del siglo XVII que alberga la monumental pintura de Francisco Herrera el Viejo, realizada en 1628, que representa el Juicio Final. Dos lienzos, que flanquean este retablo, y que representan la entrada de Cristo en Jerusalén y la Flagelación, reflejan también el estilo de Herrera el Viejo.
En el lado de la Epístola del crucero hay un retablo con la magnífica escultura del Cristo de la Salud, obra de mediados del siglo XVII. En el ático del retablo se sitúa una pequeña imagen del Arcángel San Rafael portando su atributo parlante, un pez.
En la cabecera de la nave derecha se abre una capilla donde figura un retablo de finales del siglo XVII con columnas salomónicas, que alberga en su hornacina principal una escultura de candelero de Ntra. Sra. del Patrocinio. Es obra del siglo XVIII, en tamaño académico, restaurada por Antonio Dubé de Luque, que vino a sustituir a la antigua imagen destruida en 1936.
En el ático del retablo se observa un bajo-relieve de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, completando la escena Zacarías y San José.
Ntra. Sra. del Pópulo, pintura firmada por Luis de Villanueva en 1752, enmarcada por pequeño retablo de finales del siglo XVIII, a un lado de la capilla Sacramental. Antaño esta advocación romana tuvo también cierto auge en Sevilla, y a ello contribuyó el suceso ocurrido durante un desbordamiento del río, cuando las aguas penetraron por la puerta del Arenal y arrancaron de una fachada otro cuadro con la reproducción de Ntra. Sra. del Pópulo, el cual continuó flotando inexplicablemente con su lámpara de aceite encendida.
En la cabecera de la nave del Evangelio se abre la capilla Sacramental. El retablo mayor de este Sagrario es neoclásico, siendo fechable a finales del siglo XVIII. En su hornacina principal aparecen una Inmaculada del siglo XIX. En torno al templete del Sagrario aparecen pequeñas esculturas barrocas de buena talla, que representan a San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Pedro Nolasco y San BIas todas al igual que el sagrario son obras de Duque Cornejo.
En la nave de la Epístola, cerca de la puerta de acceso al templo recibe culto Nuestra Señora del Rosario, imagen de candelero, de tamaño natural. Es de factura antigua, siglo XVIII. El Niño Jesús es antiguo también, pero no se corresponde en los caracteres artísticos con los de la Virgen, recordando la manera del siglo XVII.
Concluimos haciendo mención a los dos azulejos que decoran las fachadas del templo. Tanto el dedicado al Santísimo Cristo de la Salud, como el dedicado a la Virgen del Refugio fueron realizados en 1988 por Manuel Ruiz Gil.