Dentro del programa de conservación y mejora del patrimonio de la Hermandad

El proyecto se ha desarrollado gracias al programa de subvenciones para la conservación de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.

Este viernes 10 de septiembre ha tenido lugar en la casa hermandad de San Bernardo la presentación de la restauración y trabajos de conservación del cuadro de la Sagrada Cena perteneciente a nuestra Corporación. Al acto han asistido, entre otras personalidades, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo; las restauradoras de la obra pictórica, Ana Cordero y Esther Soler, así como el historiador Ramsés Torres y el hermano mayor de San Bernardo, Francisco Javier Gómez.

En su intervención, la consejera Patricia del Pozo felicitó a los hermanos y la junta de gobierno de la hermandad de San Bernardo por “la recuperación de este importante bien patrimonial, estrechamente vinculado al carácter sacramental de la corporación sevillana”. La restauración del lienzo –de autoría anónima, de la escuela barroca sevillana- ha sido uno de los proyectos beneficiados por la Junta de Andalucía en las ayudas para la conservación e inventario del patrimonio histórico de carácter religioso y, en esta línea, Del Pozo ha afirmado que “es una enorme satisfacción para mí comprobar cómo la gestión de los recursos públicos sirve para conservar y poner en valor importantes bienes del patrimonio andaluz”.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico afirmó que “el Gobierno de Andalucía está empeñado en defender y reivindicar el papel de las cofradías y hermandades, dado que, junto a su labor pastoral, tienen una importante actividad social y son fundamentales en el cuidado del patrimonio histórico”. “Para apoyarlas en esta tarea, hemos sido el primer gobierno que ha puesto en marcha una línea de ayudas a la conservación e inventario del patrimonio histórico de carácter religioso, a las que se ha acogido esta Hermandad para restaurar la Sagrada Cena”, recalcó Patricia del Pozo.

Previamente el acto comenzó con la bienvenida del Sr. Hermano Mayor, Francisco Javier Gómez García, que tras agradecer la labor que está llevando a cabo la Consejería de Cultura en el mantenimiento del patrimonio artístico y devocional de Andalucía,  reconoció el buen trabajo realizado por el taller de restauración Musae: “la empatía con el equipo de restauración ha sido fundamental para llegar a buen puerto en este proyecto. La profesionalidad, no sólo se traduce en un excelente resultado, sino que también en el trato recibido por parte del equipo”, señaló el hermano mayor. Para Francisco Javier Gómez, la actual Junta de Gobierno de la hermandad, se ha marcado como uno de sus principales objetivos el mantener y cuidar el patrimonio de la corporación: “son piezas que tenemos que verlas como el legado que todo el esfuerzo y cariño nos han dejado nuestros antecesores”, destacó en su intervención.

Por su parte Esther Soler, restauradora del equipo de Musae, contextualizó el trabajo realizado como una obra que está íntimamente ligada a la adscripción y al título que ostenta la Hermandad Sacramental de San Bernardo y  supone una parte fundamental del programa iconográfico, así como una pintura que presidió durante siglos la Sala de Cabildos, con todo lo que ello conlleva.

Para Soler, “la restauración revaloriza una obra que vuelve a presidir los cabildos de la Hermandad, cumpliendo con el objetivo para la que fue comprada”.

El equipo restaurador no ha podido documentar el autor de la pintura, sí ha sido posible, por el contrario, trazar una línea de investigación que permite situar su llegada a la hermandad, entre los años 1746 y 1747, ya que justo después se encarga a Juan José González la ejecución del marco actual de madera, cuya entrega se realiza el 9 de febrero de 1748.

Según señaló la restauradora de Musae: “la limpieza y recuperación de la capa pictórica original, ha permitido compararla con obras contemporáneas, lo que la enmarca a finales del siglo XVI o principios del XVII, siendo producto de las estampas y grabados que se reproducían y distribuían por el panorama artístico de ese momento, o las pinturas de Alonso Vázquez y Pedro de Morales.

Para el equipo de restauración, la fase cognoscitiva ha sido fundamental antes de iniciar la intervención y ha consistido en la realización de los estudios previos. Mediante el reconocimiento organoléptico, la realización de toma de datos y estudios, la extracción de muestras y el análisis de los distintos estratos, se han determinado los agentes de deterioro, las intervenciones realizadas con posterioridad a la ejecución del artista y su historia material. Para ello se ha contado con un equipo interdisciplinar compuesto por químicos y biólogos pertenecientes a Sanit-Arte, historiadores, radiólogos, profesionales en texturización y estudios tridimensionales, carpinteros, herreros y restauradores; que, mediante la aplicación de los medios y técnicas analíticas necesarias, han obtenido los datos precisos que han determinado un diagnóstico riguroso de conservación general de la obra y la planificación de la intervención realizada.

La restauración de la pintura ha servido para eliminar toda la suciedad y las diferentes capas oxidadas que oscurecían la escena, así como para sacar a la superficie su verdadera riqueza cromática. Gracias a la intervención, pueden apreciarse detalles que pasaban desapercibidos, ya que la pintura se mostraba ennegrecida, y vuelve a tener la luz con la que se concibió con su creación.

No podemos olvidar la restauración del marco de madera, el cual ha sido limpiado, intervenido y repuesto algunas de sus partes, perdidas y mutiladas, a través de la recreación mediante técnicas actuales, que permiten contemplar el conjunto completo a la perfección, pero manteniendo el total y absoluto respeto por la obra original y pudiéndose diferenciar los materiales, que por supuesto no son lesivos y pueden desprenderse sin dañar la obra ni caer en el “falso histórico”.

La recuperación de la totalidad del valor histórico-artístico de La Sagrada Cena de la Hermandad de San Bernardo, supone para la corporación la revalorización de su patrimonio material e inmaterial.

Los trabajos han sido realizados por la empresa “Musae. Restauración de arte, SL.” en sus talleres, contemplados gracias al desarrollo del programa de subvenciones para la conservación de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.

La obra pictórica

La pintura muestra a Cristo en el momento exacto en que Juan, el discípulo amado, se recuesta al lado de Jesús, hecho que aparece en Juan 13, 23; se consagra el pan y poco después es anunciada por el Señor la traición de Judas. La composición de las figuras sigue modelos de grabados de los siglos XVI y XVII, reagrupados los diferentes apóstoles en parejas y con un eje simétrico que marca el dosel, Jesús, el cordero y la jofaina en la zona inferior. Pintura de época barroca, posiblemente cercana al cambio de siglo entre el XVII y el XVIII, cuando la ciudad comenzaba una decadencia progresiva que terminaría cristalizando, definitivamente, la marcha de la Corte Real.

Esta obra está íntimamente ligada a la adscripción y al título que ostenta la Hermandad de San Bernardo de Sacramental, supone una parte fundamental del programa iconográfico, así como una pintura que presidió durante siglos la Sala de Cabildos, con todo lo que ello conlleva. Además, es un cuadro que posee interés iconográfico y estilístico, enmarcado en ese estilo barroco asentado de la escuela sevillana, añadiendo el marco tallado en madera. Su restauración es necesaria para recuperar todo el esplendor de una pieza que eleva el valor del patrimonio y está relacionada con el título de Sacramental.

A cerca de Musae

La empresa Musae comenzó en julio de 2012 como GDR.arts (Grupo de Restauración) para darnos a conocer tanto a particulares, como a hermandades y parroquias. Tras la consolidación de este grupo y la obtención de más experiencia laboral, además de una mayor carga de trabajo (encargos por toda Andalucía), se decidió crear en diciembre de 2013 esta empresa y así comenzar una seria expansión en la profesión. Su trabajo se ha visto complementado por una serie de colaboradores, expertos en su campo, para unas pormenorizadas intervenciones.

Las componentes de Musae abogan por una continua formación dentro de los campos que abarcan la Conservación-Restauración de Bienes Culturales, ya que se trata de una profesión en continuo cambio.

450 años de la Hermandad Sacramental de San Bernardo

Los inicios de la Hermandad Sacramental y Ánimas Benditas del Purgatorio de la Parroquia de San Bernardo, se remonta a los tiempos de la liberación musulmana y fundación del barrio de San Bernardo por el Santo Rey Fernando III de Castilla, apresurándose entonces sus virtuosos vecinos a erigir el primer templo en acción de gracias al Todopoderoso. Debido a las necesidades cotidianas de la vida cristiana del lugar, para que se pudiesen administrar los Sagrados Sacramentos, tenían que recurrir: bien a acudir a otras iglesias, o bien a esperar que pudieran ser celebrados en la capilla. Por ello, cada vecino guardaba en su domicilio un cirio, el cual servía para acompañar el Santo Viático cuando se había de administrar a alguien del arrabal. Tal fue el origen de esta fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento del arrabal de San Bernardo extramuros de Sevilla, pues se reunían todos los vecinos con sus cirios formando corporación e iban a la ciudad por la Sagrada Forma. Con el paso de los años, fueron organizándose proyectos, se estableció la unión de todos los cristianos que allí se hallaban, constituyéndose así la Hermandad del Santísimo Sacramento, tratando de fomentar la práctica de la adoración a la Sagrada Eucaristía, a la vez que auxiliar a la Parroquia en la sacramentación de enfermos y la administración del Viático a los moribundos de la feligresía. Al objeto de seguir paliando otras necesidades cristianas, se decidió aplicar sufragios por los hermanos difuntos, logrando hacer un enterramiento para ellos, en lo que después se convertiría en cementerio público de cristianos con el nombre de San Sebastián, acudiendo todos los domingos del mes de noviembre formados con sus cirios encendidos al campo santo a rezar el Santo Rosario, dando esto origen a la formación de la Hermandad de las Ánimas, integrada por los mismo individuos, pero con fondos separados.

Según el presbítero, José María Ruiz y García, maestro de Sagradas Ceremonias de la Santa Iglesia Catedral, y después canónigo de la misma, es una de las primitivas hermandades fundadas sobre la Minerva de Santa María del Orden de Predicadores de la Ciudad de Roma. Siendo aprobadas sus primeras constituciones por el Provisor de Sevilla, Messía de Lassarte, el 2 de diciembre de 1570.

En el año de 1779 los cofrades de esta corporación deciden renovar sus ordenanzas, compuesta por veinticuatro capítulos, recibiendo la aprobación de las mismas, por parte del Real Consejo de Castilla, con fecha 4 de octubre de 1782.

En 1967 la Hermandad Sacramental y la Cofradía de Penitencia y Gloria,  quedaron fusionadas en una única, con sede canónica en el templo parroquial de San Bernardo.