El próximo sábado, 20 de agosto de 2022, a las 20:30 horas en la Iglesia Parroquial de San Bernardo, la Hermandad de San Bernardo celebra

SOLEMNE FUNCIÓN EN HONOR A SAN BERNARDO

Predica don Mario Fermín Ramos Vacas, párroco de San Bernardo y director espiritual de la Hermandad.

La parroquia de San Bernardo, extramuros de la ciudad de Sevilla… según las tradiciones, su origen data desde la fundación del barrio de San Bernardo por el Santo Rey de España D. Fernando III de Castilla –si por fundación puede tomarse el haber bautizado dicho Señor a este lugar con el nombre de San Bernardo, por ser el día veinte de agosto de aquel año (1248), cuando estuvo en él, el Santo Rey para poner sitio a Sevilla-”.

Nacido en 1090 en Fontaines, Francia, San Bernardo ingresa en la orden del Císter en 1113. Es enviado a Claraval como abad para fundar un nuevo monasterio desde el que impulsará e influirá decisivamente en el movimiento de reforma recién iniciado en la comunidad cisterciense. Para comprender el dinamismo de nuestro santo, cuando muere el 20 de agosto de 1153, dependían o procedían de la abadía de Claraval más de ciento sesenta monasterios, entre fundaciones directas, casas hijas y otras comunidades, todas con representación en el Capítulo General.

La personalidad de Bernardo de Claraval ejercerá su influencia sobre el mundo religioso y civil de Francia, sobre la curia y el papa de Roma y sobre la Iglesia entera. Se le ha llamado “la voz de su tiempo”.

Es iniciador de una nueva forma de espiritualidad en la Iglesia. Maestro de oración, es el padre de la vía afectiva, de la experiencia espiritual centrada en el amor de Dios y uno de los uno de los santos que más ha escrito, cantado y rezado a María. Se adelantó a su tiempo al considerarla mediadora de todas las gracias. A San Bernardo se le deben las últimas palabras de la Salve: “¡Oh clementísima!, ¡oh piadosa!, ¡oh dulce Virgen María!”.

Canonizado en 1174, fue proclamado doctor de la Iglesia en 1830 por el papa Pío VIII.

Que tu piedad, oh María, manifieste al mundo

la gracia que Dios te ha concedido;

suplica y consigue perdón para los pecadores,

alivio para los enfermos,

entusiasmo para los pusilánimes,

paz para los afligidos,

apoyo y libertad para los que se hallan en peligro.

 

(San Bernardo)